Si estás aqui leyendo estas líneas es por que quieres conocerme así que te abriré mi alma y te contaré el motivo que me trajo a dedicarme mayormente a mujeres en busca de un sustento que prevalezca con prosperidad y que les lleve a vivir con plenitud más allá que las credenciales y protocolos.

Verás, fuí la niña mas subestimada, la adolescente mas subestimada y la mujer más subestimada y minimizada dentro de mi núcleo mas cercano en el que crecí, el motivo era que soy mujer y no era inteligente ni valiosa al menos para tener educación académica más allá de la secundaria, observé como a otros familiares lejanos les pagaban carreras claro por ser varones y a mi se me negaba incluso la preparatoria, aún en los trabajos al inicio me subestimaban por ser pequeña y mujer ya que comencé muy chica menos de 17 años, sin embargo al paso de un corto tiempo trabajando recibía respeto y comentarios extraños en ese momento ya que eran de aprobación algo a lo que no solía estar acostumbra a escuchar.

Al principio no elegía bien ni mis relaciones tanto de amistad ni de noviazgo, por inseguridad sin embargo con el tiempo aprendí a observar un común denominador «las personas que se rodeaban de mi se superaban, siempre fuí su más grande motivadora y afirmadora en que eran capaces de hacerlo». Siempre ayude a que cumplieran sueños que no sabían que eran posibles, así que sé que de alguna manera siempre quise creer eso de mí o al menos ESCUCHARLO al hacerlo de mi hacía otros, y lo escuché hasta que tuve los logros «suficientes» para demostrar que no era poca cosa ni tonta, un factor determinante para mí fue una imagen femenina mi abuela materna a quien tanto le debo la que con sus hechos logre callar las voces de terceros que habitaban mi mente.